viernes, 23 de octubre de 2015

LLEGÓ LA HORA DE DEFINIR EL VOTO

El domingo es una fecha especialmente importante para las regiones y los municipios, ni más ni menos, los votos que depositemos van a definir qué va a pasar en nuestros distintos, pueblos, ciudades y departamentos hasta el 2019.

Las redes sociales y el internet han despersonalizado bastante la toma de estas decisiones, ya en la comodidad de nuestras casas podemos escuchar los discursos, los debates, ver las caras y los gestos de los aspirantes. Podemos leer los extensos o cortos textos de las propuestas e incluso verificar la realidad o irrealidad de las noticias y señalamientos de un candidato. Todo está en nuestras manos y sólo requerimos de un par de minutos para tomar una decisión informada.

Obviamente está el arma de doble filo de creer todo lo que se lee o de limitarse a los comentarios que convierten el asunto en opiniones de dos o tres que se repiten, sin mayor información. Así mismo, están las encuestas que nos llevan a pensar que nuestro voto sólo es valioso si sirve para inclinar la balanza hacia algún lado, arriesgando nuestras convicciones porque una cifra que no sabemos qué tan confiable sea, pretende sesgar nuestro voto.

Les contaré un poco de cómo he llegado a la decisión de mi voto:

En lo personal, intenté por todos los medios no contaminarme de estadísticas, pero fue imposible, sin embargo, prefiero ignorarlas y mi voto depende de lo poco que pude revisar y estudiar hasta hoy. 

En mi fuero interno prefería no revisar las propuestas y programas de Clara López o de Pacho Santos, porque la verdad los considero alejados de mi ideal de alcalde, pero tras escucharlos un poco (a través de internet, por supuesto), encontré que Pachito conoce y quiere a Bogotá y que Clarita, pese a su discurso de lucha de clases (que más que una lucha, en lo personal prefiero integración) y su relación con los Moreno y otros personajes cuyas fotos fueron ampliamente difundidas, tiene propuestas interesantes para la ciudad.

Sin embargo, Clarita queda totalmente descartada porque resulta por demás peligroso para el país, que desde la alcaldía de Bogotá se impulse la campaña a la presidencia del Dr Petro (por quien quienes han leído anteriormente este Blog, saben que le tengo una animadversión terrible por dictatorial e irresponsable). En el caso de Pachito, desafortunadamente nunca ha demostrado que en algún momento se va a destetar del expresidente Uribe, tan es así que su campaña radial y muchas de sus intervenciones eran intervenciones de partido y no de candidato autónomo que forma parte de un partido.

Así que mi voto estaba realmente entre Peñalosa y Pardo. Por temas de partido ciertamente mi primera opción debía haber sido sin dudarlo Pardo, pero su falta de carisma hacía que uno sintiera un poco más de simpatía por la campaña de Peñalosa. Sin embargo, en primera instancia pese a que Peñalosa me llamaba la atención, seguí pensando en que la mejor opción era Pardo porque el mesianismo electoral que tenían muchos fanáticos de Peñalosa me parecía apabullante, es más, me parecía peligroso por tres razones: 1) Existe una expectativa demasiado grande con respecto a Peñalosa, lo que puede llevar a una desilusión igualmente fuerte si no logra los milagros que le piden; 2) Peñalosa no se destacó por lograr la simpatía de sectores sensibles, de tal manera que si repetía esto en una posible alcaldía, podremos tener una polarización de izquierda para las siguientes elecciones con el mismo resultado: varias alcaldías pésimas seguidas; 3) Sencillamente no podía ovlidar el asunto de los moñitos navideños.

A continuación, sabiendo mis dos opciones y sin haber podido descartar del todo a Peñalosa por los muchos galardones publicados en las redes sociales, decidí continuar con revisar las propuestas de todos los candidatos, haciendo énfasis en Pardo y Peñalosa, así que me demoré una media hora escudriñando la página de Peñalosa (enriquepeñalosa.com), en la sección "Nuestro Plan Para Bogotá" y luego me metí en la página de Pardo ( rafaelpardo.co ) en la sección "Mi Propuesta", en donde me tuve que demorar un poco más porque era una propuestica de 198 puntos.

Lo primero que me pareció destacable una vez terminada la lectura (y mientras escuchaba el debate de Caracol que encontré en Youtube) fue la diferencia del lenguaje entre ambos (de lo que se puede partir es la diferencia entre las palabras plan y propuesta).

Yo creía que los que le daban el carácter mesiánico a la campaña de Peñalosa eran sus seguidores, pero efectivamente cuando dice "Nuestro Plan Para Bogotá" es él y su equipo, no él con los bogotanos, la fórmula secreta es de él, supongo. En la propuesta de Peñalosa la idea de la construcción de Megacentros Culturales y Deportivos, Bogotá Salud Digital y la institución del Equipo de Administración y Finanzas Hospitalarias.

En el caso de Pardo, gran parte de lo que es su propuesta tiene relación con lograr acuerdos, participación ciudadana, generación de oportunidades, en fin... más mi estilo... obviamente me sonaron muchísimo las propuestas de desarrollo sostenible, preservación ambiental, apoyo al emprendimiento, clusterización de la ciudad y la idea de estudiar la forma de promover el transporte público digno y cómodo mediante incentivos, en fin...

Finalmente lo que terminó de decidir mi voto fue la caricatura esa que tanto circuló con el gran complot en contra del único capaz de salvar la ciudad (Peñalosa). Como les digo, ni súper Mockus me pudo convencer del todo de que Peñalosa no hizo sus picardías durante su alcaldía y, muy al estilo de Petrico y de Cepedita, resulta que todo es un complot de fuerzas oscuras que quieren hacerle daño al único bueno.

Así que sí, votaré por Pardo.

No creo que sea necesario que se pasen horas y escuchen tediosos debates en los que esencialmente siempre preguntan lo mismo, pero sí que revisen si las razones por las que van a votar por un alcalde u otro sean razones ciertas y sobre todo suyas. 

Un abrazo y buen voto.

PD. En Ibagué ciertamente creo que Guillermo Alfonso es una muy buena opción por su visión de ciudad y trabajo incansable (para que vean que no soy un anti-petrista fanático). Ferro, pese a que me decepcionó muchísimo su propaganda radial que lo que hace es difamar de los otros sin más, parece que tiene unas propuestas interesantes en cuanto a emprendimiento. Suerte mis hermanos de la ciudad musical.

domingo, 10 de mayo de 2015

MONTAÑAS NO ENTIERRAN TODOS LOS DÍAS. En Memoria de Ignacio Cruz

Ignacio Cruz, por muchos años de mi vida fue un familiar lejano muy amable, alegre y con gran amor y respeto por su familia, cercana y lejana, y por sus amigos, que siempre trató como familia. Mi relación con la familia Cruz Ortiz fue uno de esos regalos de la vida que por conducto Clarita Ortiz, la madre de mis hermanos y de mi padre he podido disfrutar tan gratamente.

Es muy difícil no recordar las carcajadas y el afecto de Nachito, como siempre lo llamábamos, o el retrato de la hermosa familia que construyó con Marielita, epítome del concepto de unión y compromiso fraternal; pero aun más difícil es escribir en pocas líneas la gran admiración que siento por Nachito, admiración que creció cuando tuvo la oportunidad de leer Cóndores no Entierran Todos los Días, momento en el que comprendí que este gran hombre que conocí porque la vida me dio la fortuna de nacer cerca de su esfera, además era uno de los liberales más valientes e íntegros que vivieron en este país y que hoy, muchos años después de literalmente haber mordido a la muerte, se ha elevado a los cielos para reunirse con Marielita y con los otros valientes que firmaron la que se ha llamado la "Carta Suicida".

Y no es para menos, porque este hombre que sobrevivió a desafiar al Cóndor León María Lozano, firmó esta carta dirigida al Director del Tiempo, seguro de que firmaba su sentencia de muerte, pero convencido de que debía proteger al Estado de Derecho y en especial a la democracia, por un deber cívico que lo impulsó a él y a los otros valientes a poner el interés común por encima de su propio bienestar.

Bien hacen falta más hombres como él hoy en día, pero aun más falta hace que aprendamos de estos valores altruistas y democráticos que encendían los corazones en la época de Nachito y de mi padre y que poco a poco se han ido borrando con el utilitarismo ingente en una sociedad que está acostumbrada a solicitar derechos, pero nunca a asumir, con la valentía de Ignacio Cruz, los deberes y responsabilidades que tenemos como sociedad civil.

Descanse en paz Nachito, pero su valor nunca deje en paz nuestros corazones. Le envío desde esta pequeña nota, que espero que lean muchos para entender el valor que tuvo la vida de Ignacio Cruz, un abrazo afectuoso a mis amigos y primos del alma, la familia Cruz Ortiz.

No todos los días se entierran las altas cumbres que no pudieron ser movidas por los tiempos, ni alcanzadas por los cóndores.


CAMILO A.


Aquí una transcripción del texto de la Carta Suicida, tomado del recorte de EL TIEMPO publicado el 15 de Julio de 1955, página 3, que se puede encontrar en  http://ntc-documentos.blogspot.com/2014/08/carta-suicida-de-tulua-omar-franco.html

Apreciado señor Director:
En nuestra condición de tulueños y vallecaucanos, séanos permitido felicitarlo por su valerosa campaña a favor de esta martirizada comarca, y a la vez expresarle nuestros más sinceros agradecimientos por tan valiososo servicios.
Se pregunta usted, con justificada razón, en su editorial de ayer, “hasta cuando va a durar la dolorosa y amarga situación del Valle del Cauca? Hasta cuándo esa región, ya suficientemente martirizada y castigada por el sectarismo salvaje, va a seguir bajo el siniestro signo de los págaros?”
Estas preguntas puede y debe absolverlas el gobierno nacional, porque solo en sus manos está darle a esta región la anhelada paz, que en vano hemos buscado por todos los medios a nuestro alcance, sin lograrla encontrar por parte alguna. Y afirmamos esto porque estamos convencidos, como también lo están las autoridades de este municipio, de que mientras el gobierno central no se decida a castigar en forma implacable a los mismos siniestros personajes que sembraron el terror en el pasado régimen y que lo continúan sembrando hoy, la cadena dolorosa de los asesinatos y las depredaciones seguirá su acostumbrada trayectoria. De que esto es cierto, nadie se podría atrever a negarlo.
Para qué entrar a hacer historia antigua, cuando de todo el país es conocido, con lujo de detalles, el viacrucis que le tocó atravesar a este pueblo durante los años funestos del oprobiosorégimen pasado. Pero qué ironías las del destino, y qué suerte tan adversa la de esta tierra, pues cuando todos recibimos con jubilosa alegría el atardecer del trece de junio y creíamos firmemente que ese día finalizaba una era de ignominia, nos encontramos hoy ante la triste realidad de que aquella anómala situación aun subsiste, a pesar de los esfuerzos hechos por las autoridades locales para tratar de modificarla. Porque seríamos injustos si así no lo reconociéramos, ya que Tuluá tiene contraída una incancelable deuda de gratitud para con uno de sus mejores hijos, el coronel Francisco Rojas Scarpetta, para quien su primera preocupación el 14 de junio fue volver la mirada hacia su querida tierra, enviando una comisión de orden público de la Policía Nacional, que ha obrado bien y ha hecho lo humanamente posible por devolverle su tranquilidad.
Por qué a pesar de esta valiosa colaboración los resultados esperados no han sido del todo satisfactorios y la tragedia nos sigue asediando? Muy sencillo señor Director: porque continúan paseándose tranquila y libremente por las calles de esta ciudad aquellos mismos oscuros personajes que deberían estar en una penitenciaría purgando sus horrendos crímenes.
Y vamos a ser concretos: El caso León María Lozano. Cómo es posible que a estas horas de la vida, después de aquella célebre frase de nuestro general presidente, “No más sangre, no más depradaciones a nombre de ningún partido político”, continúe este siniestro personaje, a quien toda la ciudadanía de bien sindica como el autor de tanto crimen, paseando su impunidad, no obstante pesar sobre él el auto de detención por diversos actos delictivos? Auto de detención que pesa sobre él desde el pasado régimen, dictado por el entonces juez 25 de instrucción criminal doctor Julio Alberto Hoyos, el único funcionario honesto y valeroso que en aquella época se atrevió a levantar una investigación por multitud de crímenes aquí cometidos y a perfeccionar un expediente que, en concepto del entonces procurador delegado en lo penal doctor Alvaro Copete Lizarralde, constituye una verdadera pieza jurídica. En esa investigación se dictó auto de detención contra León María Lozano, Pascual Zapata, Adriano Aguilera, Ruperto García y otros más, como autores intelectuales y materiales de diversos crímenes. Dicho expediente duerme hoy el sueño de los justos en la ciudad de Tunja.
Como en esa época las autoridades locales eran principales auspiciadoras de la violencia, el juez 25 no encontró ningún respaldo en ellas, y tuvo lógicamente que apelar al comando de la tercera brigada para poder efectuar las capturas. Pero como era de esperarse, a los pocos días estos señores fueron libertados, dizque “para asegurar la tranquilidad pública”, según comunicado oficial, y el juez 25 fue destituido por el único delito de cumplir con su deber.
Naturalmente que estos hechos nos parecían lógica consecuencia del estado de cosas reinante e impuesto por un régimen impopular y minoritario que sólo a base de violencia podía sostenerse. Pero lo que nos sorprende hoy es que después del 13 de junio a este sujeto se le detenga por delitos comunes como el de atentado al fiscal primero de Buga, y el juez que hace cumplir este auto es desautorizado y todo un tribunal es amenazado para que lo pongan en libertad. Pero hay más: las autoridades locales en época reciente le decomisaron el revólver y el salvoconducto, pero días más tarde y no se sabe si por artes de magia o de “telepatía” superiores, este señor viajó a Bogotá y regresó según se afirma con revólver y salvoconducto nuevos. Aquí si cabría pedir una explicación a ciertos funcionarios para que nos digan qué entienden ellos por ciudadanos pacíficos o por violentos pues según parece, están traicionando el pensamiento del general Rojas Pinilla cuando dijo "Todos los elementos considerados como peligrosos serán desarmados, a tiempo que se suministrarán armas de defensa a las gentes pacíficas, que viven constantemente amenazadas, y las cuales tienen necesidad de defender la vida propia, la de sus familias y también su hacienda”.
Nosotros seguimos confiados y esperando en el gobierno de las Fuerzas Armadas y en la palabra empeñada por su jefe supremo, aun cuando hay ciertos hechos que no acertamos a explicarnos y que nos hacen volver a veces escépticcos(sic). Tal por ejemplo el elogio desmedido. Que con ocasión del homenaje tributado el año pasado en el Restaurante Temel al coronel Ignacio Rengifo por su nombramiento como jefe de la Casa Militar de Palacio hiciera nuestro gobernador Garcés Giraldo del personaje León María Lozano, y algo más inexplicable aún, que en reciente jira (sic) de nuestro gobernador por el departamento se hiciera acompañar del tan mencionado sujeto y en Salónica, pueblo emporio de la violencia, se sentara a la mesa con él sin el menor escrúpulo. Considere usted, señor Director, el efecto psicológico que puede producir una actitud de estas en el pueblo; pues los unos, los violentos, pensarán que cuentan con el respaldo oficial, al ver a su jefe máximo en convivencia perfecta con todo un gobernador, y los otros, los pacíficos, se dirán que todo está perdido.
Hemos querido denunciar estos hechos con nuestros nombres propios, a pesar de que sobre nuestras cabezas caiga todo el furor de los bárbaros, para que no se nos siga diciendo que por falta de pruebas concretas no se aclara la situación y sigan cayendo víctimas inocentes “a manos de desconocidos”.
Bien sabemos que la presente puede significar la firma de la sentencia de muerte para nosotros, y que vendrán las amenazas a las cuales ya estamos acostumbrados; pero le rogamos el favor de darla a la publicidad desde las columnas de ese gran paladín de la democracia que es EL TIEMPO, convencidos como estamos de que con la franqueza que hemos hablado les prestamos un servicio a nuestra cara ciudad y al Valle en general.
Anticipándole nuestros agradecimientos nos es muy grato suscribirnos como sus atentos servidores y amigos,

Alfonso Santacoloma R., Dr. Ignacio Cruz R., Dr. Alvaro Cruz Lozada, Daniel Sarmiento Lora, Dr. Diego Cruz R., Dr. Aristides Arrieta G., Andrés Santacoloma S., Fabriciano Pulgarín, Dr. Donaldo Arrieta Gómez, Jaime Valencia A.



martes, 17 de marzo de 2015

Hoy no cogeré taxi, pero mañana fijo sí.

Llevo varios días evitando coger taxi, no por el servicio (el cual ha tenido sus altas y sus bajas), no porque prefiera Uber (me parece buen servicio pero caro y de legalidad dudosa) y menos porque me encuentre feliz andando en Transmilenio (que además del servicio por la 7a que ha resultado bastante bueno, no tengo otro calificativo que decir que el servicio apesta), pero sencillamente porque estoy llegando más rápido en bus a todos sitios que en carro o en taxi.

Es aquí donde me doy cuenta de que la fórmula dictatorial de nuestro futuro presidente funciona: dejarnos sin opciones para que como borregos terminemos haciendo lo que él quiere, colapsar el transporte particular para que no nos quede de otra que usar el Sistema Integrado.

Ahora, valga decir que ni en taxi, ni caminando, ni en bus uno se puede sentir tranquilo en esta ciudad, es más,  el lugar en donde se encuentra mi celular depende de en dónde me encuentre: si voy en Transmilenio procuro llevarlo en la mano y hacer cualquier cosa en el celular, no para aprovechar el tiempo en mi propia lata de sardinas, sino porque así lo tengo a la vista en todo momento y evito que el celular ocupe el espacio en el que ahora va mi billetera, para no dejarla en el bolsillo de atrás,  en donde es muy probable que se la saquen a uno porque muchas veces en este glorioso medio de transporte uno no sabe si las manos que lo tocan son las propias; si voy caminando procuro que el celular esté bien escondido, para que no llame la atención; si voy en taxi de noche, procuro llamar, hablar duro e ir diciendo en dónde voy y la descripción del taxi, por si acaso. Así, para la visión de nuestro querido y tantas veces calumniado Alcalde Mayor,  soy terriblemente elitista por sentirme inseguro en una ciudad en la que gracias a sus buenos oficios como burgomaestre todos los días sé de un amigo que chalequearon o asaltaron y ya me siento excluido porque muchos de mis amigos ya han tenido paseos millonarios y yo nada...

Y es aquí donde mis amigos defensores de Uber deben pensar que estoy de acuerdo con este servicio... y no. No apoyo a Uber porque no es un servicio justo o legal (sí es un excelente servicio),  pero se creó para hacerle "el brinco" a las leyes que regulan el transporte público de pasajeros. Así mismo, aunque soy conciente del pésimo servicio que muchos taxistas dan, el tema no es hablar sólo de Uldarico, porque los blancos (si los rumores son ciertos, vendrían de una sociedad entre Pastrana y Peñalosa - no lo he corroborado, pero cuando el río suena, piedras lleva).

Ahora, digo "muchos taxistas", porque también me han tocado taxistas con grandes estándares de servicio, amables y educados,  que saben que uno los va a meter en un trancón infame y aún así le hacen a uno la conversación con una sonrisa y hasta chancean sobre el trancón.

Aquí no podemos hablar de ángeles y demonios. Los taxistas no son el enemigo y no los debemos tratar como tales, obviamente tenemos el derecho a protestar, pero también el deber de denunciar cuando veamos que los taxistas infringen las normas de tránsito o cuando vemos que no cumplen con recoger y llevar, cuando saben que tienen que hacerlo. Menciono esto porque yo mismo muchas veces que he ido de afán, culpablemente me he callado cuando el taxista que me lleva pasa un semáforo en rojo, hace un cruce prohibido o sencillamente maneja como una bestia, así mismo, cuando un taxi le ha dicho a alguien que no lo lleva, cual buitre he seguido de siguiente en la fila para ver si a mí sí.

Hoy no cogí taxi, pero mañana seguramente sí,  me subiré y reconoceré en el taxista a la persona angustiada por el producido diario, estresada por vivir en una ciudad sumida en el caos vehicular, asustada porque muchas veces ha escuchado o ha vivido cómo atracan, lesionan e incluso matan a sus colegas, que muchas veces no es reconocido como persona, sino como parte de un carro que me tiene que llevar a donde digo, así me toque insultarlo para que ande y le diré que hoy no cogí taxi, no por algo personal contra él, ni contra su gremio, sino para que les llegue el mensaje a los que dan un mal servicio, para que se pongan en la tarea de mejorar y no ser como Uber, pero aprender del buen servicio que tanto defienden sus usuarios y, pese a que me pueden tildar de pro-taxista o anti-uberista, como lo quieran ver mis amigos de la polarización innecesaria, lo cierto es que quiero ver al taxista como un amigo que se ha portado mal y que debo retroalimentar, y no como un enemigo que debo atacar.

miércoles, 18 de febrero de 2015

DE LA ADOPCIÓN IGUALITARIA Y OTROS DEMONIOS

El día de hoy anunciaron el contenido del tan esperado fallo de la Corte Constitucional en lo que se refiere a la adopción de las parejas del mismo sexo, tema que dió lugar a muchas discusiones y como en tantas otras ocasiones, una polarización extrema.

Argumentos válidos, otros traídos de los cabellos, estadísticas sin sentido, en fin, una discusión sin información suficiente, plagada de prejuicios tanto de los anti como los pro adopción igualitaria. Que es pecado, que el que no lo acepta es un intolerante, etc, etc... el caso es que en muchas ocasiones una facción no toleraba la existencia de la otra, porque sencillamente desde su propio punto de vista el otro no debía existir.

Y así han sido todos los conflictos que ha vivido nuestro sufrido país. En algún momento dije que era intolerante sólo con la intolerancia, pero tal vez eso no tiene sentido, porque aún los intolerantes merecen ser oídos y argumentar en la democracia. El argumento que a más convence gana y cuando el pueblo esté listo para ver el mundo de otra manera, aceptará argumentos distintos.

Contra lo que siempre estaré es contra toda clase de tiranía. Aquella que cree que su punto de vista es el único que debe existir, que debe imponerse a fuego y sangre y que el que piense distinto debe desaparecer del planeta, que no acepta cuestionamiento o pensamiento diverso (de ahí mi choque constante con la extrema derecha y a la extrema izquierda en muchos temas).

Obviamente como pueblo, estos otros demonios: el proceso de paz, las corridas de toros, mi no tan favorito alcalde de la ciudad, la religión, las regiones, los partidos tradicionales vs los nuevos partidos, la derecha y la izquierda, capitalismo y comunismo, progreso vs naturaleza, en fin, todos los puntos en que podemos diverger pueden separarnos en miles de grupos opuestos si no aprendemos a convivir con los que piensan distinto y dejar de celebrar a rabiar cuando las aspiraciones del grupo opuesto son aplastadas.

Somos un país maravilloso y cabemos todos, tal vez en un momento prevalezca una idea sobre otra y debemos aceptar nuestra realidad con gallardía. Enfrentemos nuestros propios demonios con tolerancia y sobre todo no dejemos que demagogos tiranos logren que compremos ideas sin estudiarlas. Más  bien busquemos una paz digna, equilibremos los derechos de los animales y los de los humanos, busquemos alternativas de desarrollo sostenible, etc. Sé que muchos de ustedes como yo, amamos esta tierra que cobija nuestro estandarte tricolor.

A mis amigos de la comunidad LGBTI, en quienes reconozco grandes personas, con altísimos  valores y considero aptos para ser estupendos padres, de parte de este muy católico heterosexual liberal, un abrazo sincero, no se rindan, no se resientan y sobre todo no dejen de creer en Colombia y en ustedes.

Hasta la próxima.

lunes, 19 de enero de 2015

SOMOS EL FUTURO

En diciembre tuve la fortuna de verme un rato con mis amigos del Prom 98 del Colegio Champagnat, y no digo la fortuna sólo por los buenos momentos y los recuerdos, sino porque además conversando con algunos de ellos, en especial con César Arbeláez y Rafael González, me recordaron algo muy importante: Somos el futuro.

Cuando estábamos en nuestros últimos años de colegio, nuestros profesores y las directivas del colegio no hacían más que decirnos eso: "ustedes son el futuro del país". Y esa misma frase que parece sacada de la superficie del cajón de todos los discursos educativos tiene todo el sentido, no sólo para los que ahora estamos empezando a asumir una posición que nos permita influenciar en las decisiones del microcosmos al que pertenecemos, sino también para las generaciones que nos anteceden y las que nos siguen: TODOS somos el futuro de nuestro barrio, de nuestra ciudad, de nuestro departamento, de nuestro país y del mundo.

De lo que hagamos y de lo que dejemos de hacer se construye el mañana, el segundo siguiente y el porvenir nuestro y el de los que vendrán después.

Dentro de poco se aproxima una nueva oportunidad para elegir a los que regirán los destinos de nuestros municipios y departamentos; una vez más tendremos la oportunidad de con el sufragio exigir los cambios que necesitamos o de refrendar las buenas gestiones; de nuevo en una papeleta estaremos demostrando que somos el futuro, para bien o para mal. Tenemos una nueva ocasión presente para estudiar a nuestros candidatos y a las necesidades de nuestras regiones para tomar la mejor decisión y tendremos que informarnos debidamente.

Pero no sólo esta reflexión salió de ahí, también he tenido la fortuna de ver muchos emprendedores sociales, ecológicos, industriales, políticos, entre otros, que quieren dar un giro al mundo, llenos de sueños y aspiraciones, llenos de valores que algunos llaman ingenuidad, pero que para los demás soñadores como yo, son manifestaciones de esperanza.

El mundo puede cambiar señores, con nuestra contribución, tal vez no con grandes emprendimientos o resaltando en las páginas de los periódicos, pero sí con pequeñas acciones: No dar $20.000 para no recibir una multa que nos merecemos, respetar la fila, dejar de desperdiciar agua y tener el valor civil de enfrentarnos a las urnas, entre otros, son las contribuciones que nos permiten hacer en nuestro día a día algo para cambiar el mundo y construir el futuro que nuestros profesores pusieron en nuestros hombros.

Así tengamos ahora 15 ó 90 años, el futuro sigue en nuestras manos, convirtámonos en la sociedad civil fuerte, inteligente, deliberante y responsable que todos sabemos que podemos ser. Somos el futuro, asumamos nuestra responsabilidad.