sábado, 20 de abril de 2024

Marchar el 21 de abril

Ciertamente tengo un gran conflicto interno acerca de salir a marchar este domingo y una tremenda preocupación de que muchos de los que marchemos nos reclamen como victoria política de algún partido de un expresidente, que nos sumen a cánticos condenando la investigación del expresidente o que, en lo personal, me sumen al anhelo y grito absurdo de: "Fuera Petro". 

Si marcho, es por la democracia, por el clamor de los médicos, por las instituciones, estás últimas que incluyen, así no me guste quien esté en el cargo, a la presidencia.

Si marcho, marcho por el equilibrio de poderes, por protestar contra decisiones que considero contrarias al interés general del pueblo, a qué reclamen la voz de Colombia, mientras se descalifica a todo el que piense distinto, al que hable en contra, al que no esté de acuerdo. 

Si marcho, marcho porque se confunde igualdad con igualación (lo primero lo defino como permití que todos jueguen en las mismas condiciones y lo segundo como hacer que los resultados de todos sean iguales independientemente de su esfuerzo); confunden democracia con demagogia; confunden a los ricos con la clase media; confunden el progreso con el capricho, confunden la inclusión con la imposición.

Si marcho, no marcho en contra de combatir el calentamiento global, en contra del anhelo de paz, en contra de terminar la guerra, en contra de la voz de los que no se escuchaban.

Si marcho es porque creo que debe haber un mensaje claro: el presidente es presidente dentro de las competencias, los poderes y los límites de su cargo; el presidente no puede creer que tiene un cheque en blanco porque ganó unas elecciones con ciertas mayorías; el presidente no puede pensar que porque su club de fans (más que consejeros, porque no tolera a los que le dicen que algo no se debe hacer, así sea para el bien de su gobierno) le dice que todo está bien, eso sea cierto; el presidente no puede excusarse siempre en que es la oligarquía la que lo frena, cuando su ejecución ha sido mala, por decir lo menos y el presidente es la cabeza nada más que de la rama ejecutiva (que tiene que ver con "ejecutar") del poder público.

Si marcho, marcho convencido de que marcho no para pedir que un presidente dimita (insisto, soy un demócrata y el presidente bueno o malo, me guste o no, debe permanecer en su cargo), sino para pedir respeto por la Constitución, por las instituciones, por Colombia, por la democracia y por el Pueblo, por mi identidad de colombiano, miembro de un estado Social de Derecho.

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